Aki y el misterio de los cerezos, de Carlos Bassas del Rey, es la nueva novela que, enmarcada dentro del género juvenil-adulto, acaba de publicar la editorial Toromítico. Se trata de un vibrante relato de aventuras en el que se narra el viaje iniciático de un adolescente por los principios esenciales del alma de un samurái. Un código de conducta de la más absoluta actualidad, según comenta su editor, Javier Ortega.

Para Bassas del Rey “el mundo de los samuráis era bello y cruel a la vez. Los samuráis no únicamente recibían una formación militar, sino que se formaban en otras muchas artes como la poesía, la caligrafía, la escultura o la pintura. Tan importante como el entrenamiento en artes marciales era el del espíritu. Es en esa formación donde afloran valores fundamentales como la humildad, el sentido de justicia, la honorabilidad y la honradez, la rectitud, el valor… Todos ellos son principios universales y atemporales”.

A través de un elenco de personajes sabiamente trazados, el autor reúne en esta obra el mítico mundo de los samuráis con el de los demonios del Japón tradicional. Un escenario que maneja con destreza y solvencia dado el profundo conocimiento que atesora este escritor acerca de los principios que regían la vida y conducta de aquellos guerreros, y por la pasión que siente hacia una cultura lejana y exótica como la nipona.

La novela se desarrolla en Japón en el año 1605, una época que, tras un largo periodo de guerras, finaliza con la victoria del primer sogún Tokugawa en la batalla de Sekigahara; la paz ha llegado a todo el país. Sin embargo, en la antigua capital de la provincia del clan Date, un extraño suceso ha alterado la tranquila vida de sus gentes: los cerezos han florecido con brotes de sangre y se han secado hasta morir sin explicación aparente.

Miyamoto, maestro de artes marciales e Investigador de Asuntos Especiales del clan, recibe la orden de aclarar el misterio. Antes de partir solicita el permiso de su señor para llevar consigo a Aki, su hijo adoptivo y alumno: ésta será su primera misión. Con la ayuda de Ichiro, su mejor amigo, y de un monje guerrero llamado Takeshi, descubrirán que la misteriosa muerte de los cerezos esconde en realidad algo mucho más aterrador. Algo que guarda directa relación con el mundo de los espíritus.

Javier Ortega concluye que “la novela de Carlos Bassas del Rey combina las mejores esencias del género de aventuras con un componente pedagógico, de valores, que resulta más que pertinente y enriquecedor en los tiempos que corren. Asimismo, la magia inefable del Japón clásico, con el rico exotismo de sus rituales, duelos y enseres, seducirá a numerosos lectores de cualquier edad”.

Carlos Bassas del Rey, nacido en Barcelona en 1974, pero afincado en Pamplona desde hace 20 años, es Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. Completó su formación como guionista con seminarios internacionales impartidos por maestros como Robert McKee, Richard Walter o Linda Seger y trabaja como escritor audiovisual para la productora Visual Comunicación, labor que compagina con la docencia en la Universidad Pública de Navarra, en la Escuela de Imagen y Sonido CTL de Pamplona y en cursos FORCEM (Formación para Profesionales de los Medios Audiovisuales). 

Ha escrito cortometrajes, documentales, largometrajes, videoclips y spots publicitarios para empresas nacionales y multinacionales. También ha dirigido e impartido numerosos cursos de escritura y narrativa audiovisual, ciclos de cine y conferencias sobre el séptimo arte, además de ser comisario de dos exposiciones (“De Altamira al cinematógrafo: una odisea de la imagen” y "Navarra y el cine").

En 2007 fue galardonado con el Premio Plácido al Mejor Guión de Largometraje en el IX Festival Internacional de Cine Negro de Manresa, y ha sido director de fotografía y montador, además de ejercer la crítica de cine en diversos medios y ser jurado en certámenes de cortometraje (Peralta, Bidasoa, Pamplona). En 2009 fue coordinador del libro Tasio 25, editado con motivo del aniversario de la película de Montxo Armendáriz. Vocal de Cine del Ateneo Navarro, desde hace años compagina su labor profesional con el mundo de las artes marciales tradicionales japonesas dentro de la Asociación Gendai Bujutsu. Es, además, 3er Kiu de jiujitsu.